Pensador
Y llegamos al final de este camino llamado “hagamos todo lo que podamos por superar Tic para la formación” puede sonar exagerado, incluso ahora mismo que estamos más cerca del final que del principio y podemos mirar hacia atrás viendo el camino recorrido y mirando hacia adelante con un solo examen por superar para poder dar como superada la asignatura, pero es cierto que para llegar aquí ha habido que superar todas esas tareas con las que se nos ha puesto a prueba, como pedagogos, como estudiantes, como compañeros, como agendas humanas y organizadores desorganizados, como eso y mucho más.
Empezamos como un grupo mixto, un conjunto de personas semi-perdidas en la asignatura, diferentes cursos, diferentes turnos, diferentes relaciones con la propia asignatura, pero algo en comun, necesitabamos más personas que nosotros mismos para cumplir la primera premisa de la asignatura, ser un gran grupo con el que poder cumplir con roles desde los que llevar a cabo las tareas.
No ha sido fácil, ni los horarios, ni las quedadas, ni compaginar tantos ritmos vitales distintos, ni el reparto de trabajo, y a veces ni la comunicación, pero es sin duda por ello mucho mas reconfortante llegar a este punto en el que descubres que después de tanto reunirse, enfadarse y serenarse, todo era por algo, y que aquello que podrías simplemente haber leído y estudiado como cualquier otra asignatura, siempre tan teóricas, y tan poco prácticas, ha conseguido llegar a ti envuelto en esa filosofía que entre muchos Montessori nos regalaba en una frase: "Cuando escucho, entiendo. Cuando veo, comprendo. Cuando hago, aprendo"
Casi en el final del proceso, nos quedamos con todos los nuevos conceptos que ya son nuestros, nos quedamos con esa parte que las personas con las que hemos compartido estos meses nos han dejado conocer y sin duda, nos quedamos con algo único, la modificación que todo proceso de aprendizaje tiene siempre en nosotros, ese efecto tan vivo y revitalizante que tiene el hacer de unos contenidos, una nueva forma de ver las cosas, siempre en proceso de cambio, siempre en nuestras manos.